He podido vivir la (trans)formación a la vez como mujer, como madre y como profesional y esto ha enriquecido enormemente la vivencia.
Ha sido un VIAJE REALMENTE REVELADOR. El principal cambio que la formación ha supuesto para mi es la visión tan profunda y completa de la maternidad, la crianza y el acompañamiento de estos procesos vitales.
Me quedo con la sutileza, la delicadeza, la sensibilidad como ingredientes fundamentales para vivir la experiencia de la maternidad y acompañarla…